A la sombra de un olivo junto al mar……mirando al cielo…….
Oigo siempre de fondo, el murmullo del ir y venir de las olas, independientemente del lugar en que me encuentre.
Este bendito defecto congénito, que el azar creó en una chispa de cópula furiosa de una pareja de monos ancestros, recorrió un largo y tortuoso camino hasta llegar a un lugar recóndito de mi cerebro que, me salva muy a menudo del ruido ambiente cotidiano que todo lo contamina gratuitamente y en exceso.
Estaré siempre agradecido a la sabia naturaleza y a mis padres. Ya sabes, es de bien nacidos ser agradecidos.
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