El Sr. Fernández Ordoñez y otros, siguen con medidas de parcheado del modelo económico social caducado del siglo pasado, proponiendo ayer flexibilizar los contratos laborales y el mercado del trabajo, hoy pide reformar la Seguridad Social y, mañana otra de tantas ya conocidas que solo suponen cuestiones importantes de los problemas actuales.
Lo esencial es reformar el modelo socio económico actual en coma irreversible.
No es bueno para la sociedad que quiebren y se cierren fábricas, empresas, comercios, etc., ni tampoco es bueno que se desahucien familias, personas y resquebraje la sociedad, habiendo una demanda real de millones de personas que necesitan atender multitud de necesidades nuevas que hay que crear y otras muchas que ya existen, en el orden y grado que se quiera.
El factor Humano y el Bienestar Universal, es esencial en cualquier solución de actividad y modelo de organización social por encima de las cosas e intereses sectoriales particulares o doctrinarios.
La plena ocupación con la actividad de producción al uso, tal cual conocemos, debe de complementarse e integrar de por vida con la formación, la educación y diversas actividades sociales como parte de un bien universal de los ciudadanos en las que prime la plena ocupación eficiente siendo la verdadera inversión Social Humana en I+D que retribuidas por el estado serían como una inversión de futuro parecido a las inversiones en infraestructuras de carreteras y ferroviarias, etc.
No es bueno para la sociedad, el exceso o carencia de cualquier oferta de bienes, productos y servicios. Se debe de intentar procurar que no sobren, falten, desperdicien o infrautilicen bienes, productos y servicio, y al mismo tiempo, generar el máximo empleo y posibilitar la mejora y aumento de las rentas más bajas aproximándolas a las medias homologables universalmente. Un ordenamiento razonable territorial de la oferta, por el procedimiento que sea más adecuado, ajustada a la demanda, sería lo más aproximado a una garantía de obtención de beneficios y equilibrio en atender la demanda eficientemente y estabilidad en el consumo, el empleo y calidad de vida.
Se deben organizar y maximizar los beneficios de los intangibles de formación y actividades sociales retribuidas por el estado, tanto o más, como las actividades de producción al uso retribuidas por quién corresponda, y que como expectativa creíble, han de anticiparse y vislumbrarse en el horizonte, siendo mayor cuantas más ocupación y coexistencia se logre en la plena ocupación, de modo que se garantice la armonía, equilibrio y capacidad de necesidades, disponibilidad y salvaguarda del entorno.
Lo esencial es reformar el modelo socio económico actual en coma irreversible.
No es bueno para la sociedad que quiebren y se cierren fábricas, empresas, comercios, etc., ni tampoco es bueno que se desahucien familias, personas y resquebraje la sociedad, habiendo una demanda real de millones de personas que necesitan atender multitud de necesidades nuevas que hay que crear y otras muchas que ya existen, en el orden y grado que se quiera.
El factor Humano y el Bienestar Universal, es esencial en cualquier solución de actividad y modelo de organización social por encima de las cosas e intereses sectoriales particulares o doctrinarios.
La plena ocupación con la actividad de producción al uso, tal cual conocemos, debe de complementarse e integrar de por vida con la formación, la educación y diversas actividades sociales como parte de un bien universal de los ciudadanos en las que prime la plena ocupación eficiente siendo la verdadera inversión Social Humana en I+D que retribuidas por el estado serían como una inversión de futuro parecido a las inversiones en infraestructuras de carreteras y ferroviarias, etc.
No es bueno para la sociedad, el exceso o carencia de cualquier oferta de bienes, productos y servicios. Se debe de intentar procurar que no sobren, falten, desperdicien o infrautilicen bienes, productos y servicio, y al mismo tiempo, generar el máximo empleo y posibilitar la mejora y aumento de las rentas más bajas aproximándolas a las medias homologables universalmente. Un ordenamiento razonable territorial de la oferta, por el procedimiento que sea más adecuado, ajustada a la demanda, sería lo más aproximado a una garantía de obtención de beneficios y equilibrio en atender la demanda eficientemente y estabilidad en el consumo, el empleo y calidad de vida.
Se deben organizar y maximizar los beneficios de los intangibles de formación y actividades sociales retribuidas por el estado, tanto o más, como las actividades de producción al uso retribuidas por quién corresponda, y que como expectativa creíble, han de anticiparse y vislumbrarse en el horizonte, siendo mayor cuantas más ocupación y coexistencia se logre en la plena ocupación, de modo que se garantice la armonía, equilibrio y capacidad de necesidades, disponibilidad y salvaguarda del entorno.
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