Al final, la mejor solución para todos los países, será añadir durante 4 años, ampliable en 1 año, un impuesto solidario anticrisis complementario al IVA del 4% para los tramos intermedios, exceptuando los de primera necesidad y para todos los demás un 6 % y para los artículos de lujo el 8 %.
Los gobiernos, al igual que se han comprometido a garantizar las deudas Públicas y Privadas, aplicarían este nuevo IVA complementario anticrisis, que serviría para acelerar la amortización de las deudas actuales, con el compromiso del equilibrio presupuestario y el mantenimiento del empleo y las coberturas sociales. Como contrapartida de esta garantía a los mercados, estos condonarían parte del principal, los intereses de un año y se establecerían los intereses del resto del periodo de vigencia de este nuevo IVA complementario anticrisis.
Entiendo que lo mejor es hacer borrón y cuenta nueva, con el compromiso de los gobernantes de transparencia y buen uso del esfuerzo de los ciudadanos. Además de que se equilibre la posición de fuerza de los mercados y los ciudadanos, mediante una tregua de 4-5 años, en el que todos asumamos la locura de habernos dejado engañar en endeudarnos ciegamente como estúpidos.
Se necesita un compromiso para todas las partes. Ya está bien de tanto barullo y darles vueltas a quiénes son los culpables de esta situación tan grave y poniendo parches a cuentagotas para resolver un infierno. Ordenar lo que se debe, organizar el presupuesto equilibrado y ajustar con los mercados los costes, mediante una tregua, compromiso de pago, quita y ajuste del principal e intereses, responsabilizándose los políticos y dirigentes, en bien administrar imparcialmente los recursos dinerarios generando el máximo de empleo y ocupación en su caso.
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