Sin duda hay que homologar y ajustar los gastos de los
presupuestos de los estados a las necesidades y servicios esenciales básicos de
acuerdo al censo de población de cada país y el sistema productivo, de modo que
se puedan disponer de unas rentas y unos ingresos homogéneos equiparables para
alimentar el flujo necesario de la producción y la demanda, además de unos
servicios sociales garantizados.
Para ello es
imprescindible liberar los recursos necesarios por el tiempo que se precise,
aboliendo y suspendiendo temporalmente el artículo 21.1 del Tratado de
Funcionamiento de la UE, que impide a los Estados financiarse
directamente a coste 0 de la propia emisión de su dinero que es de todos, sino
es a través de la banca privada pagando intereses.
Bien
puede parecer, que la industria bancaria se reserve en exclusiva financiar la
actividades privadas en general, siempre que se impida el monopolio, con leyes
que eviten su quiebra y la distorsión de los mercados y los precios,
garantizando evitar la imposición de dominio de su mayor conocimiento y medios
a los ciudadanos consumidores en cuanto a sus necesidades financieras, incluso
puede supervisar y administrar la entrega del Estado de los recursos dinerarios
a los propios ciudadanos a modo de una Renta Básica a cuenta.
Así,
si queremos resolver los graves problemas de la crisis humana Europea y del
mundo, ayudémonos un tiempo en tanto se encuentran
los procedimientos para resolver la crisis con el menor coste humano posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario