Ya
se sabe desde hace tiempo que, el verbo hablado o escrito es susceptible de
manipulación intencionada para provocar una
interpretación errónea y una ilusión de mejora de los problemas de la
inmensa mayoría de los ciudadanos.
Los
gobernantes, dirigentes y en general las élites privilegiadas, y en especial, los
influyentes y cercanos a quienes están en posición de dominio de decidir y actuar con mayor conocimiento, que cuentan
con las herramientas y medios necesarios,
abusan de su influencia y poder por quienes además, ofrecen cobertura y soporte
de legislar a favor de los influyentes y mejor posicionados.
Con
falsas verdades y medias verdades de la mayoría minoritaria de casi todos los
gobernantes, dirigentes, políticos y demás o con “Toda
la verdad y nada más” que expone y publica Paul Krugman en su blog en El País, parece que el engaño del verbo, además, se
confabula con los burdos embustes y patrañas de las cifras de los presupuestos,
balances, cuentas de resultados, déficits, deudas, previsiones y demás datos
económicos de gobiernos nacionales, autonómicos, locales, bancos, empresas y
demás, pasando por los ingresos opacos que se auto asignan las élites
privilegiadas a cargo de los contribuyentes ciudadanos y pequeños ahorradores y
accionistas, llegando hasta la designación miserable indigna del salario mínimo.
Así
pues, se necesitan urgente leyes y normas, para penalizar a que quienes estando
en posición de dominio de decidir y actuar con el mejor conocimiento y medios,
en especial, los gobernantes y dirigentes que han elegido libremente su
responsabilidad de administrar el bien de interés público, y todos los demás
que perjudiquen a la inmensa mayoría o a quien sea.
Según la propuesta del “equilibrio de Nash”, si todos quieren
ganar sin tener en cuenta a los demás, entonces pierden. Existe el equilibrio
cuando se ponen todos de acuerdo sobre unas reglas y la estrategia.
Consecuentemente para lograr este equilibrio, se necesita
ABOLIR el monopolio y la dictadura de la Banca sobre el dinero, derogando el
punto 21.1 y similares en el resto del mundo, del artículo 123 del Tratado de
Funcionamiento de la UE que impide a los Estados financiarse en sus necesidades
dinerarias directamente a coste 0 de la propia emisión de su dinero que es de
todos, pues dicho artículo supone conceder el monopolio a la Banca en la
gestión del dinero.
También
es esencial, diseñar un sistema que autofinancie la emisión del nuevo dinero
que sea necesario sin deuda, conforme al censo de población en cuantía
suficiente a modo de una Renta Básica, para atender las necesidades de consumo,
suministros y servicios comunes de los
Estados.´
No hay comentarios:
Publicar un comentario