El arte de los malabaristas y magos, se incorporó hace tiempo, a los profesionales economistas influyentes, en especial, a los más cercanos de los pocos actores que detentan el monopolio del dinero y otros medios e instrumentos financieros.
Similar a como sucede con las centrales telefónicas, repetidores de móviles, la red y los dispositivos, el soporte físico real de las centrales y los repetidores es limitado, entorno a un 10%, siendo las posibilidades de cobertura y usuarios de dispositivos casi ilimitadas, si se amplían en igual medida el soporte.
La concurrencia puntual de usuarios, supone que se queden sin poder hablar todos los que excedan de la capacidad real del soporte. Si además se produce una avería localizada o en cascada efecto dominó, casi todos se quedan sin poder hablar y comunicar.
Esto sería aproximado, el fiel reflejo de cuanto sucede en el escenario Económico, con las consecuencias que todos sabemos y seguiremos sufriendo de no poner remedio pronto.
Así queda evidente y comprensible varias cuestiones de la Economía. El soporte real productivo, los bienes físicos tangibles y el más real de los usuarios consumidores, respecto al irreal espejismo o fantasía de los medios y la cobertura, independiente de la iniciativa individual y colectiva de cómo y cuándo actuemos.
Todo tiene su punto de equilibrio y armonía. El problema es, saber y querer encontrarlo. Pero hay un pero. Quienes actuando con egoísmos desde una posición privilegiada, con todos los medios y avances tecnológicos a su alcance, disponen de las herramientas exclusiva y medios, para incitar a los usuarios ciudadanos, propiciando el momento de oportunidad para ganar siempre lo que sea, a costa del sufrimiento y perjuicio de la inmensa mayoría.
Este juego perverso debe de acabar en orden, pues se puede engañar a muchos todo el tiempo, pero ya no se puede seguir engañando a todos todo el tiempo.
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